Enrique Carriazo
Yo quería hacer películas. Me hice actor por accidente.
Pasó así: cuando me fui a inscribir en un curso de escritura, me dijeron que el curso era solo para actores. Yo realmente quería entrar, así que dije que era actor. Pero resultó que los guiones no eran para mostrarse por escrito, sino que había que actuarlos.
Esto me obligó a actuar para que no me sacaran, mientras aprendía a escribir guiones.
Un día, uno de los directores se acercó a hablar conmigo. Yo estaba seguro de que me iban a sacar, pero, para mi sorpresa, me ofreció ser actor del grupo La Candelaria.
En el grupo aprendí bastante y encontré personas muy amorosas que me ayudaron, pero yo realmente quería escribir historias y hacer películas.
Cuando estaba a punto de renunciar, me ofrecieron protagonizar una telenovela. Acepté porque pensé que, en la televisión, estaba más cerca de hacer películas.
Actuando en televisión, de vez en cuando conectaba con el público. Me preguntaba por qué algunas veces sucedía esto y otras no. ¿Cómo hacer películas o series que conectaran?
Entonces decidí, de alguna manera, preguntarle al público de esta forma: reescribía los diálogos y las escenas en las que tenía que actuar para ver cómo reaccionaba el espectador.
Y, poco a poco, aprendí a conectar con ellos.
Ahora disfruto del camino de showrunner que estoy llevando a cabo.